Digamos que no me caracterizo precisamente por ser una mujer organizada, y creo que es bastante evidente en todo lo que hago, incluído este blog.
Y hoy comentaremos... las mejores condiciones de aprendizaje (o enseñanza, según se mire) que he vivido en relación a la clase en sí y a la gente de la clase. Me quedo con mis clases de alemán en la Escuela Oficial de Idiomas de Valladolid, especialmente el tercer año. Un edificio nuevo, moderno, con sistema de audio y video en clase, con un laboratorio de idiomas... (y de nuevo me sorprendo a mí misma con un comentario acerca de la edad, pero esque cuando yo estudiaba alemán no se echaba de menos un ordenador en clase o una presentación de power point :) La organización de la clase era de mesas y sillas en semicírculo así que todos podíamos vernos unos a otros.
Algo que me planteo muchas veces como profesora: por qué algunos grupos "funcionan" tan bien como grupo. Y supongo que hay mil posibles razones y un millón de circunstancias. Éste fue uno de esos grupos que sí funcionaron, y de hecho muy bien. Éramos 8 ó 9 en clase con un nivel de alemán bastante parecido, motivados, y con ganas de estar allí. Raquel (la "profe") era estricta pero divertida y sabía alternar muy bien la teoría con la práctica y promover la comunicación oral (además, cuando tienes confianza con tus compañeros y hay un buen ambiente, la vergüenza a la hora de hablar desaparece).
Una pena que dejara de estudiar alemán, la verdad. Dato relativamente curioso: estuve 2 veces en Alemania, un mes cada vez, lo estudié durante 3 años, y se me daba bien. No recuerdo absolutamente nada. Ayyyy!!!!
viernes, 18 de mayo de 2007
jueves, 17 de mayo de 2007
TRUE OR FALSE?
I have just read that a Frenchman called Georges Henri Schmidt is the holder of a linguistic record: he speaks (or spoke, I don´t know whether he is still alive or not) 32 languages. A question comes to my mind: what does it mean to say "he speaks 32 languages"? Can anybody be fluent in 32 languages? does he simply know some basic grammar and vocabulary?
miércoles, 16 de mayo de 2007
BUFFFF!!!
Y la pregunta es... ¿teorías linguísticas con las que yo he aprendido idiomas?... veamos... pues por supuesto comenzamos con un poco de Gramática Tradicional (estamos en España, es lo que hay/había): reglas y excepciones, reglas y excepciones... (y siempre había excepciones!!!!) (y tantas, a veces!!!!) listas de verbos, listas de vocabulario, memorizar... estos fueron mis primeros contactos con el inglés. Años más tarde retomamos esta teoría con el latín, pero es curioso cómo cambia mi percepción. El hecho de que el latín sea una "lengua muerta" me ayuda a ver este método como algo mucho más "válido" o al menos aceptable.
Y pasamos a un poquito de Estructuralismo (y yo me pregunto: ¿no podríamos cambiar el nombre y llamarlo "Mecanicismo"?) (abriré un foro al respecto :). Todo dirigido, repeticiones, ejercicios mecánicos, "fill in the gaps, the blanks... the ¨whatevers¨" ¿Y qué puedo decir sobre esta teoría y su consiguiente método de enseñanza? Pues que por muchas vueltas que le he dado (y no solo para escribir esto, ya lo había hecho antes)(es lo que tiene ser profesora, que un@ se plantea muchas veces cómo aprendió y qué le sirvió) aún no he llegado a una conclusión personal sobre su eficacia o falta de esta. Me formé como profesora en el método comunicativo, evito hacer actividades mecánicas en mis clases a toda costa, y creo que lo mejor de aprender un idioma es ser capaz de comunicarse... aun así, aquellos años formaron una buena base ¿necesaria? creo que sí.
Y pasamos a un poquito de Estructuralismo (y yo me pregunto: ¿no podríamos cambiar el nombre y llamarlo "Mecanicismo"?) (abriré un foro al respecto :). Todo dirigido, repeticiones, ejercicios mecánicos, "fill in the gaps, the blanks... the ¨whatevers¨" ¿Y qué puedo decir sobre esta teoría y su consiguiente método de enseñanza? Pues que por muchas vueltas que le he dado (y no solo para escribir esto, ya lo había hecho antes)(es lo que tiene ser profesora, que un@ se plantea muchas veces cómo aprendió y qué le sirvió) aún no he llegado a una conclusión personal sobre su eficacia o falta de esta. Me formé como profesora en el método comunicativo, evito hacer actividades mecánicas en mis clases a toda costa, y creo que lo mejor de aprender un idioma es ser capaz de comunicarse... aun así, aquellos años formaron una buena base ¿necesaria? creo que sí.
ten words
No sé quién es, pero a alguien se le ha ocurrido hacer un blog donde puedes enviar una lista con tus 10 palabras favoritas (se puede acceder desde este página, en una sección que hay a la derecha de este blog y que se titula "descubrimientos"). Aquí van las mías:
azul
tangerine
venganza
saco
princesa (en catalán)
papallonas
lullaby
ditto
coconut
cute
azul
tangerine
venganza
saco
princesa (en catalán)
papallonas
lullaby
ditto
coconut
cute
BILL
Bill White. Así se llama el mejor profesor de idiomas que he tenido. Sin duda y, como dirían los ingleses, "by far". Fue mi profesor de francés en West Virginia. Empecé a estudiar francés en el instituto, y tomé clases durante 2 ó 3 años (era como una optativa, y los que hacíamos francés nos quedábamos 2 días a la semana una horita más que los demás, es decir, que de 14 a 15, en vez de estar en casa comiendo como la mayoría de nuestros compañeros de clase, unos pocos "perdidos" nos quedábamos a recibir una clase más). Después me fui un verano a Alemania y me enamoré del alemán, así que le fui infiel al francés y cambié de idioma durante los 3 años siguientes. Al año siguiente me fui de erasmus a Dublin y lo intenté con el gaélico, pero sólo pude ir a la primera clase :( Y retomé el francés en una de esas temporadas de la vida en las que parece que se te multiplica la energía y eres capaz de hacer 24 millones de cosas en un día de sólo 24 horas.
Él era americano pero había estado casado unos años con una francesa, y durante ese tiempo había vivido en París. Destaco dos cosas de sus clases (quizá es importante comentar también que era una de esas personas con carisma, de esa gente que empatiza con tod@s):
la primera, la sencillez pero a la vez eficacia de las actividades que preparaba. Siempre repartiendo papeles diminutos (además, ecologista!) con frases, preguntas, pequeños textos... para pensar individualmente, comentar por parejas o discutir en grupos. Lo curioso es que, aun no sé cómo, pero siempre conseguía que lo que proponía resultara asombrosamente interesante. Conseguía que hablaras porque no podías estar callad@ ante sus propuestas.
La segunda, su forma de "meter caña" a los alumnos. Chavales americanos de 20 años con valores un tanto... dudosos???... (y, por favor, no soy nadie para hacer juicios de valor) a los que quería abrir la mente. Abrir la mente hacia igualdad de género, hacia otros países y mundos (no olvidemos que a veces los americanos no tienen muy claro donde está Europa o qué significa "the rest of the world"), hacia la importancia de saber, de viajar, de compartir o de soñar. Y todo esto lo hacía cada día en 50 minutos de la forma más sutil y admirable que he visto en un profesor. Sin obligar, sin imponer y sin juzgar. Sólo sugiriendo.
Él era americano pero había estado casado unos años con una francesa, y durante ese tiempo había vivido en París. Destaco dos cosas de sus clases (quizá es importante comentar también que era una de esas personas con carisma, de esa gente que empatiza con tod@s):
la primera, la sencillez pero a la vez eficacia de las actividades que preparaba. Siempre repartiendo papeles diminutos (además, ecologista!) con frases, preguntas, pequeños textos... para pensar individualmente, comentar por parejas o discutir en grupos. Lo curioso es que, aun no sé cómo, pero siempre conseguía que lo que proponía resultara asombrosamente interesante. Conseguía que hablaras porque no podías estar callad@ ante sus propuestas.
La segunda, su forma de "meter caña" a los alumnos. Chavales americanos de 20 años con valores un tanto... dudosos???... (y, por favor, no soy nadie para hacer juicios de valor) a los que quería abrir la mente. Abrir la mente hacia igualdad de género, hacia otros países y mundos (no olvidemos que a veces los americanos no tienen muy claro donde está Europa o qué significa "the rest of the world"), hacia la importancia de saber, de viajar, de compartir o de soñar. Y todo esto lo hacía cada día en 50 minutos de la forma más sutil y admirable que he visto en un profesor. Sin obligar, sin imponer y sin juzgar. Sólo sugiriendo.
lunes, 14 de mayo de 2007
Experiencias...
Mi primera profesora de inglés se llamaba Asun y yo estaba en párvulos (o así se llamaba en mi época, je, je)(vamos, que yo tenía unos 5 añitos, más o menos). Lo único que recuerdo (y ya dice bastante de mi vocación prematura o de su calidad como profesora) es que venía a veces (supongo que no siempre, aunque de eso no estoy segura) con posters enoooormes de vocabulario, y nosotros repetíamos varias veces cada palabra que ella iba señalando con un puntero (se llama así, ¿verdad? una vara larga que se utilizaba antiguamente para señalar)(¡dios mío! ¡acabo de decir "antiguamente"!¿me estaré haciendo vieja?). Sólo recuerdo dos de los posters: uno era un frigorífico lleno de comida y el otro era de la famosa "Old MacDonalds farm" (ya sabéis, "Old MacDonald had a farm... E I E I O... and on his farm he had a duck... E I E I O...)(por cierto, casualidades de la vida, ahora soy yo la que dá clases de inglés a niños de cinco años, y estamos viendo esa historia en clase, ¡qué cosas!). Me pregunto si fue ahí donde aprendí los nombres de alimentos y animales.
Con 20 años me fuí de estudiante Erasmus a Dublín, a descubrir que no sabía inglés después de todos aquellos años. Mis horas "extraescolares" de colegio e instituto las pasé en clases de danza, gimnasia, solfeo, piano, y algo de vida social, así que nunca fuí a clases de inglés fuera de lo que se exigía en las enseñanzas primaria y secundaria. Siempre me gustó y "se me daba bien". Y sí, me enseñaron toooooda la gramática (y no me quejo, ¿eh? que conste que algo de ilusión sí me hizo descubrir que me sabía de memoria los tipos de condicionales, los cambios de "estilo directo" a "estilo indirecto" y la lista de verbos irregulares casi en orden alfabético). El PEQUEÑO problemita fue descubrir que no era capaz de mantener una conversación, dicho de otra forma, que es imposible producir un idioma con un mínimo de fluidez sin practicarlo, y que 30 personas en una clase de 50 minutos son demasiadas para que todos produzcan algo.
Con 20 años me fuí de estudiante Erasmus a Dublín, a descubrir que no sabía inglés después de todos aquellos años. Mis horas "extraescolares" de colegio e instituto las pasé en clases de danza, gimnasia, solfeo, piano, y algo de vida social, así que nunca fuí a clases de inglés fuera de lo que se exigía en las enseñanzas primaria y secundaria. Siempre me gustó y "se me daba bien". Y sí, me enseñaron toooooda la gramática (y no me quejo, ¿eh? que conste que algo de ilusión sí me hizo descubrir que me sabía de memoria los tipos de condicionales, los cambios de "estilo directo" a "estilo indirecto" y la lista de verbos irregulares casi en orden alfabético). El PEQUEÑO problemita fue descubrir que no era capaz de mantener una conversación, dicho de otra forma, que es imposible producir un idioma con un mínimo de fluidez sin practicarlo, y que 30 personas en una clase de 50 minutos son demasiadas para que todos produzcan algo.
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